Hace un año llegaba a la escuela una chicha llamada Olaya perteneciente al plan de empleo, la cual iba a estar con nosotras durante un año. Hoy a llegado el final de ese año y lo hemos vivido con diferentes sensaciones: tristeza, emoción, sorpresa...
Tristeza por tener que despedir a una persona encantadora y amorosa, siempre dispuesta a aquello que se le proponga y con ganas de aprender y participar.
Emoción por ver como alguien que ha formado parte de esta pequeña-gran familia, transmite todas sus experiencias a las compañeras a través de una carta maravillosa. Y sorpresa, por todos los detalles que Olaya ha preparado para cada uno de los niños y niñas de la escuela.
Te deseamos mucha suerte. Un abrazo gigante.
Joooo!! Que pena... Y encima la semana que no fue Mateo😢, la echaremos mucho de menos.
ResponderEliminarUn abrazo muy gordo y muchísima suerte para Olaya.
Saludos,
Crista (mamá de Mateo)